La noche del terror ciego (1971)

La noche del terror ciego - Cartel2

La noche del terror ciego (The Blind Dead, etc.)
Banderas - España Banderas - Portugal
Año:1971
Duración: 101 min.
Género: Terror
Director: Amando de Ossorio
Actores: Lone Fleming, César Burner, María Elena Arpón, José Thelman, etc.
Más datos en la IMDB

Minisinopsis: En el siglo XIII existió una legión de malvados caballeros conocidos como Templarios o Guerreros del Oriente que buscaron la vida eterna bebiendo la sangre de las doncellas a las que sacrificaban. Condenados por sus sacrílegas prácticas, sus cuerpos fueron expuestos para que los cuervos se comiesen sus ojos. Siglos después, un grupo de personas llega al monasterio abandonado de los Guerreros malditos.

Si ya has visto la película, puedes seguir leyendo.

Cutrez de culto

Hoy va de sobrecarga de imágenes y de destripar guiones…
Amando de Ossorio es un director mítico del terror de serie B español. Irremediablemente, mítico y serie B significa que se le tiene sobrevalorado. Porque Amando era un director muy justito que recurría a tópicos de la época de manera constante (como ejemplo, los planos con zoom + grito tan típicos). Sin embargo, sus películas conservan un «algo» que las hacen «videables» (Como diría Alex de Large).
¿Qué tiene La noche del terror ciego? Pues, a parte de 20 títulos alternativos, tiene unos buenos maquillajes y efectos. ¿Qué no tiene? Un guión más coherente y muchísimo menos forzado, una mejor ambientación y una mejor interpretación; sobre todo lo primero y lo último.
Vayamos por partes:
En la interpretación creo que no se salva nadie salvo el insperctor Oliveira (Rufino Inglés) y el tipo de la morgue (Simón Arriaga), que interpreta un papel corto y bastante perro. Al resto del reparto, casi al completo, habría que haberlos dejado como a los Caballeros del Oriente para que se les comiesen los ojos los cuervos; sobre todo a Lone Fleming (Elizabeth), César Burner (Roger), María Elena Arpón (Virginia), Verónica Llimera (Nina) y a Antonio Orengo (el maquinista del tren). De Pepe Camoiras no digo nada porque, aunque aparece en los títulos de crédito no lo he visto en toda la película… misterio. Si alguien sabe dónde sale, que me lo diga, por favor, que me tiene intrigado.

Sobre el guión, ¿por dónde empiezo?
– «¡Por el principio, por el principio!»
¿Eh? ¿Quién ha dicho éso? Bueno, hagámosle caso a las voces, que las voces son nuestras amigas.
Para empezar tenemos la escena landista (de Landismo) de la película en la que Elizabeth, Roger y Virginia se encuentran en una piscina en la que estás esperando a ver cuándo sale Ozores diciendo «¡Joder, cómo están las suecas!» o similar. Pero no, en la escena de toma de contacto lo mejor que pasa es que descubres que duramente vas a poder aguantar la actuación de los tres.
Porque cuando deciden que se van todos de excursión con los jóvenes castores (qué gran manual de supervivencia aquél) y ya están en el tren, la tensión ya se puede cortar con un cuchillo. Y digo yo, si los recuerdos lésbicos que le trae Virginia a Elizabeth le producen rechazo, ¿para qué la saluda en la piscina con tanta efusividad? Y he ahí cuando se produce la escena estúpida del día donde se nos muestra lo revoltosillas que eran estas dos en el internado. Y digo yo: ¿Pá qué? ¿Qué necesidad hay en crear esta tensión sexual tan idiota? ¿Para que Elizabeth se acabe tirando del tren? ¿No se podían haber montado cualquier otra historia más coherente para que Elizabeth llegase al pueblo abandonado como, por ejemplo, que se fuese a dar un paseo en caballo habiéndoselo dicho antes a los otros dos?

La noche del terror ciego - fotograma07 La noche del terror ciego - fotograma05

(Nótese que con teñirles el pelo de negro y ponerles coletas ya rejuvenecen 20 años, de tal modo que estoy casi seguro de que esta película es la precursora de «Al salir de clase» (1997-2002).)
Pues no y, además, Elizabeth es la única que lleva un saco de dormir, así que es la única que puede tirarse del tren y llegar al pueblo sola para poner en marcha la maquinaria del terror… (Risas siniestras de fondo con relámpagos y truenos).
Poner en marcha la maquinaria del terror consiste en lo siguiente: Damos por bueno que una tía se tira del tren por lo que sea y llega a un pueblo aparentemente abandonado. Lo lógico, claro, es ponerse a pegar gritos a ver si hay alguien. También es lógico entrar en cada casa a ver qué hay viendo que todo está medio derrumbado y sabiendo que las pulgas, que es lo único que hay en los pueblos abandonados porque se las llevan de transporte los animalejos del campo, no te pueden contestar por mucho que grites. Y es más lógico quedarte a dormir en el primer sitio que encuentras en lugar de volver por donde has venido siguiendo la vía del tren, por ejemplo. Vamos, yo al menos no me quedaría a dormir en el pueblo sólo por el tema de las pulgas.
Y entonces llega algo gracioso: no sólo se queda a dormir en el pueblo, sino que desenrolla el saco, se cambia de ropa, se pone la radio y se saca una novela para leer. ¿¿!!?? Yo he llegado a la conclusión de que lo de cambiarse de ropa es una escena ideada únicamente para que enseñe el culo la actriz -que parece que se lo restriega con lija de lo blanco que lo tiene-, porque no lo entiendo. Cuando escucha ruidos fuera, se levanta rápidamente y vuelve a ponerse la ropa que llevaba. Es normal, completamente normal, no sé de qué os podéis extrañar. Yo, siempre que viajo en tren, acabo tirándome del mismo, buscando un pueblo abandonado, poniéndome el pijama y durmiendo, a ser posible, en un monasterio o similar, no sin antes haber puesto el despertador para levantarme a su hora. Es lo que pone en el Manual de los Jóvenes Castores y por éso lo hago.

La noche del terror ciego - fotograma14 La noche del terror ciego - fotograma13 La noche del terror ciego - fotograma15

Entonces aparecen los muertos-vivientes-medio-vampiros-medio-zombies -porque no queda muy claro qué es lo que son-, que empiezan a salir de sus tumbas. ¡Y qué buen maquillaje! Sin lugar a dudas es lo mejor de la película. Para que quede constancia, el diseñador del vestuario fue Humberto Cornejo y los maquilladores fueron José Luis Campos y Carmen Teran. Pero hasta los caballeros tienen sus fallos: El primero es que no se sabe de dónde diablos salen sus caballos y que éstos, además, son de carne y hueso, no como los caballeros; el segundo es que en varias ocasiones, cuando van montados en los caballos, se puede ver cómo agarran las riendas con las manos sin maquillaje, no como en los planos cortos, que son manos esqueléticas; el tercero es parecido al segundo: en unos pocos planos cortos, sobre todo en la escena final, se ve cómo llevan una especie de guante para simular la mano esquelética y poder moverla libremente; y el último y más estúpido de todos es la velocidad de los caballeros, pero ésto merece un apartado.

La noche del terror ciego - fotograma01 La noche del terror ciego - fotograma02

Vamos a ver si me explico: los zombies, tradicionalmente, van muy despacio. Bien, aceptamos la cosa del pantano como animal acuático aunque no se sepa si ésto son zombies o vampiros. Cuando alguien se echa a correr, los caballeros se suben a sus caballos y van tras él peeero, y aquí viene lo bueno, para crear una tensión muy estúpida, se decide que los caballos corran mucho pero avancen poco creando un efecto igualito al de «Oliver y Benji» («Captain Tsubasa«, Hiroyoshi Mitsunobu, 1983). Y aquí es donde uno se pregunta: ¿No sería más fácil que no fuesen tan lentos? ¿No crearía más tensión, como se ha demostrado en películas como 28 días después (Danny Boyle, 2002), que si los zombies corren es mayor la acción y mejor el resultado?

La noche del terror ciego - fotograma01 La noche del terror ciego - fotograma04

Volveremos al tema de la velocidad sin límites después. En la primera persecución hay un error bastante cantoso de continuidad día-noche. En realidad, el error comienza desde la escena del tren: Se supone que quedan en la estación a las 16 y Verónica llega un poco tarde, pongamos a las 16:30; a las 17 como mucho Elizabeth se tira del tren; supongamos que se pone a buscar por el pueblo durante 1 hora -ni de coña, pero vamos…-; a las 18 ya es de noche y, si atendemos a que es verano, que a las 18 sea de noche es sospechoso; bueno, a las 18 es de noche y la tía se duerme a las 18:30 como tarde y, como mucho, a la media hora se despierta: las 19. A las 19, cuando sale de donde estaba es noche cerrada, pero en lo que dura la persecución con los caballeros -pongamos 1 hora más-, ya ha amanecido. Vamos, que a las 20 ha amanecido… ¿Cómo se dice No en aragonés? «¡Sí, de cojón!».
En la siguiente escena, después de que Elizabeth sea alcanzada misteriosamente por los caballeros, Roger y Virginia llegan al pueblo abandonado -Por cierto, un pueblo abandonado en el siglo XIII con algunas construcciones más propias del XX- y, después de llevar 10 minutos en el cementerio, a Virginia se le ocurre decir «Mira, un cementerio medieval«. Pero, a ver, ¿aquí quién se supone que es el ciego, los caballeros o Virginia? Jugar al despiste no, ¿eh? que no me va. En cualquier caso, es allí donde se encuentran con los policías, quienes les dicen que su amiga ha sido encontrada muerta.

La noche del terror ciego - fotograma08 La noche del terror ciego - fotograma09

En la morgue nos encontramos con, quizá, el mejor de la película: un tipo que juega a «destapo o no destapo el cadáver» cuando llegan Roger y Virginia y piden verlo, y que luego acabará muriendo por los mordiscos de Elizabeth quien, por cierto, una vez muerta, realizada su autopsia y vuelta a la vida, se preocupa de llevar bien cubiertas las partes pudientes -qué palabra tan horrible- de su cuerpo. Y es que se puede ser un zombie-vampiro, sí, pero siempre hay que ir digno por la vida, que nunca sabes con quién te vas a encontrar.

La noche del terror ciego - fotograma10 La noche del terror ciego - fotograma11

Una vez pasado el trago de la morgue, Roger y Virginia van nada menos que al «Ministério da Educaçao Nacional» en busca de respuestas y se reúnen con el Profesor Candal (Francisco Sanz), quien les cuenta la historia de los caballeros (que, por cierto, en otras versiones se llaman Templarios, directamente). «Los guerreros trajeron de Oriente varios tesoros y además la práctica de la magia y el vudismo, por éso fueron excomulgados por el Papa. Sus historias son fantásticas y alucinantes y sus grandes misterios todavía no han podido ser desvelados«, les dice. ¿De oriente? ¿Vudú en oriente? ¿Vudismo? ¿De dónde se han sacado semejante palabro? ¿Alucinantes? Tú sí que alucinas, majo. Bueno, en realidad sí que es para alucinar (que no alunizar) lo que les cuenta y el ritual que llevan a cabo con la doncella. A saber: atan a una tía en una X y dos tipos, desde el caballo, se ponen finos de meterle tajos con sus espadas. Hasta 31 tajos -tajos, pero tajos, profundos- he podido contar y la tía sigue viva para que, después, los guerreros beban su sangre… delirante. Y qué bien que beben del látex o la cera sangrante digo… de la carne sangrante. Éso sí, ¿cuál es el elemento imprescindible en una película B de los 70?
– «¡Las tetas, las tetas!»
Qué razón tienen siempre las voces… Por éso no les contradigo cuando me piden que mate a alguien.

La noche del terror ciego - fotograma18 La noche del terror ciego - fotograma19 La noche del terror ciego - fotograma20 La noche del terror ciego - fotograma21

Una vez que ha aparecido el inspector en la biblioteca, ha intentado desmontar la teoría del profesor diciendo que tiene un hijo llamado Pedro, que es un bandido que vive a unos pocos kilómetros del pueblo, y que Roger no se lo ha acabado de creer, cambiamos de escenario y nos vamos a la fábrica de maniquíes de Virginia donde, su ayudante, Nina (Verónica Llimera), se encontrará con Elizabeth quien, a su ritmo, la perseguirá por todo el almacén hasta perecer bajo las llamas. Por supuesto, entre medio, las puertas del almacén se habrán atascado para que, aunque corra, Nina no pueda escapar… supongo que porque Elizabeth no tiene caballo.

La noche del terror ciego - fotograma12

Y a partir de aquí ya la cosa se va de madre del todo con la aparición en escena de los esperpénticos personajes de Pedro (José Thelman) y su compañera. Cuando Pedro, su compañera (cuyo nombre no recuerdo), Roger y Virginia llegan a Berzano (el pueblo abandonado, vaya), no se les ocurre otra cosa que, para matar el tiempo, ponerse a intentar echar un polvete. Pero, claro, Pedro no sabe que Virginia es lesbiana y la acaba violando, aunque al final muestra un cierto arrepentimiento que, por otra parte es bastante estúpido; estúpido porque se supone que es un recio bandido y estúpido porque ella ya te ha dicho que no, así que para tener que arrepentirte después, es mejor no hacerlo. Y, ¿entre medio qué sale? Exácto, más tetas, que más vale que zozobren que no que fofarten.
Esta serie de escenas que siguen parecen sacadas del festival del absurdo: Claro, tanto jadeo, tanto ruido acaba despertando a los caballeros de su letargo y pillando a Pedro en medio del cementerio, navaja en mano, esperando a que le rodeen y se abalancen sobre él. Lo más lógico del mundo. Luego la compañera de Pedro y Virginia se meten en una habitación y los caballeros persiguen a Roger. Roger, más sensato, se pone a correr y, misteriosamente, los caballeros aparecen, de una secuencia a otra, montados en sus caballos. Roger llega a la habitación en la que están encerradas las chicas y grita para que le dejen entrar pero, como éstas están liadas en una pelea de gatas, no le abren, así que los caballeros acorralan a Roger -porque sigue llamando en lugar de seguir corriendo- y le cortan la mano segundos antes de que Virginia consiga abrir la puerta, lo que propicia la entrada de los caballeros. La compañera de Pedro grita y así consigue desviar la atención de los caballeros y, ¿qué hace ésta? pues arrinconarse solita, claro, en lugar de darse cuenta de que los zombie-vampiros son más lentos que una procesión de cojos. Mientras van a por ésta, Roger, que está tendido en el suelo en los brazos de Virginia, con todas las narices del mundo y parte del extranjero va y le dice: «No hables, sólo así podrás salvarte». ¡Pero por Diooos! ¡Pero qué me estás contandooo! ¿Sabías que los caballeros se guían por el sonido porque no ven y tú seguías aporreando la puerta y gritando para que te dejasen entrar en la habitación mientras te iban rodeando? ¿Te estás riendo de mi?

La noche del terror ciego - fotograma16 La noche del terror ciego - fotograma17

El caso es que Virginia consigue escapar, pero casi que le da igual porque, tras otra escena en plan «Oliver y Benji» en la que el hombre supera al caballo, llega hasta el tren y, entre lo que tarda en bajarse el hijo del maquinista y lo que tarda este mismo en llevar a Virginia hasta el tren, a Oliver Atton ya le ha dado tiempo a recorrerse el campo 10 veces. El caso es crear tensión, aunque resulte absurdo. Y así llegan los caballeros al tren y empieza la carnicería y las escenas finales con ésa foto fija con gritos de fondo que recuerda tanto a las películas de Romero…
Bien, casi he contado entera La noche del terror ciego, pero es que tiene un guión tan sumamente absurdo que uno se cuestiona por qué, cuando no hay recursos y hay ganas, la gente no se dedica a hacer otra cosa hasta obtener dichos recursos. La película sólo se puede recomendar a aquellos incondicionales del género, o a quienes, como yo, se rían en lugar de cabrearse cuando vean determinadas cosas en pantalla.
Por cierto, la música es de Antón García Abril famoso compositor que cuenta entre su filmografía con cosas como el esperpento de exaltación Franco: ese hombre (José Luis Sáenz de Heredia, 1964) que, como se comprenderá, no valoraré porque no es que tenga elementos cutres sino indeseables.

Cutrez técnicaEstrella 4
Cutrez guion�sticaEstrella 4
Cutrez visualEstrella 2
InterésEstrella 2
PuntuaciónGlobal - 4.5

16 Respuestas to “La noche del terror ciego (1971)”


  1. 1 Milgrom julio 13, 2007 a las 11:57 am

    Jajaja. Me he partido la caja, no la he visto, pero le tengo ganas después de haber leído tu magnífico post. Es un verdadero parteculos, y es que ante tales engendros no vale otra cosa que la carcajada.

    Un saludo señor

  2. 2 Deikakushu julio 13, 2007 a las 4:39 pm

    La verdad es que me da un poco corte la pregunta, pero ¿como se pueden conseguir estas pelis para ver? porque no creo que en el emule…

  3. 3 Deikakushu julio 13, 2007 a las 4:46 pm

    Por cierto, me he reido tanto que creo que es mucho mejor el post que ver la peli (de hecho, estoy convencido ;)

  4. 4 Jorge julio 13, 2007 a las 4:56 pm

    En el emule, en el emule, ¿dónde crées que las consigo yo? Pues no, las compro en la tienda de la SGAE.
    Para éstas películas, en concreto -terror y ciencia ficción serie B-, te recomiendo dos páginas estupendas: http://www.abandomoviez.net/ y http://www.nosologore.com/
    Para cine en general, te recomiendo http://www.divxclasico.com/, que también tiene filmografías de terror y fantástico, pero sobre todo tiene un magnífico foro con películas de todo tipo (gran cine clásico, en su mayor parte).
    Salud!

  5. 5 Milgrom julio 13, 2007 a las 5:22 pm

    Joer es que desde que existe el emule y la descarga directa, yo no tengo vida social….

  6. 6 Jorge julio 14, 2007 a las 1:28 am

    Yo, como tengo a mis voces…

  7. 7 Stompball julio 28, 2007 a las 7:21 pm

    Para a quien le interese, las dos pelis estan editadas en España en DVD desde hace algun tiempo, a un precio bastante economico.
    «La noche del terror ciego» 1970, por DIVISA y «El ataque de los muertos sin ojos» 1972, por FILMAX. Esta ultima en la coleccion DVD Bizarro:Cine de Terror Español. Aqui podeis encontrarlas:
    http://www.dvdgo.com/

  8. 8 Callus agosto 6, 2007 a las 4:33 pm

    Para mi gusto es quizás la peor de las 4 partes. El Buque Maldito (la 3ª) es quizás la mejor dentro de las limitaciones q tienen todas.
    Detalle muy gracioso lo encontramos en la última, La Noche de las Gaviotas, donde los restos de las asesinadas son tirados a una zona llena de centollos. Siendo el director de Ferrol me imagino gastando parte del presupuesto en dichos seres para posteriormente a realizar las tomas, darse un gran festín.

  9. 9 carabido agosto 16, 2007 a las 5:07 pm

    Me he divertido mucho con tu explicacion de la pelicula. Tengo debilidad por estas peliculas, creo que esta es la mejor de todas, aunque son muy acertados tus comentarios.
    No hay duda que lo mejor de todo son los caballeros que dejando algunos detalles dan el pego, si fueran norteamericanos serian mundialmente conocidos y tendriamos XIII peliculas como minimo :-).

  10. 10 Jorge agosto 18, 2007 a las 12:42 am

    Pues mira, Callus, me siento un ignorante en la cuatrilo… cuatrolo… cuatorlo… en la serie de películas porque sólo conocía ésta y la de «El buque maldito» -que no he visto-.
    Gracias por la información, procuraré ver todas y comentarlas si se tercian.

  11. 11 Guillermo noviembre 21, 2008 a las 9:43 pm

    He visto hace poco el peliculón en cuestión, en una sala de cine y todo, y me he reido como no lo había hecho en mucho tiempo. El artículo analiza muy bien la película. Yo añadiría, sobre la música (que se menciona al final de todo), que no es menos chusca que el resto de la, ejem, obra. Me refiero a esa especie de gregoriano de ultratumba, propia de las pelis de temática satánica, que en este caso está acompañado por unos gruñidos que, debemos suponer, emiten los templarios de marras. A propósito: si fueron sometidos a un proceso por herejía, brujería o una cosa de ésas, ¿cómo es que les dejaron tener cruces egipcias en sus tumbas? Me imagino que los inquisidores serían muy puntillosos con esos detalles. Tiene mucha guasa cuando el apuesto protagonista exclama: «¿Sectas satánicas? ¿Brujería? ¡En nuestro país no hay nada de eso! ¡Estamos en pleno siglo XX!» Mucha confianza en el progreso, para estar aún en pie el salazarismo y el franquismo (1971). Por último, diré sobre los efectos especiales que, en la escena en que la protagonista transformada en zombi arde cual falla, se puede contemplar llamas en medio de la nada ¿Fuegos fatuos o un trucaje chapucero? Saludos.

  12. 13 alexis septiembre 5, 2009 a las 2:41 am

    Me he topado hace poco con esta pag. Escribi un comentario sobre «No profanar el sueño de los muertos». Aqui quiero decir que la saga de los templarios de Ossorio es de mis preferidas. Sobretodo por lo convincente de los caretos de cadaver añejo y desecado de los monstruos. Y lo monos que quedan con sus capotes y caperuzas polvorientas. Me encanta la imagen que dan, en general.
    Tambien creo que tooooodo aquello que tanto chirrrrrria en estas pelis, o se ve como parte de su «encanto» o se pasa a otra cosa. Porque si no si que no habria quien las mirase. Son asi de ingenuas porque la creatividad de quienes las hicieron seria asi de ingenua. (¡Digo yo!)
    Añadiria que en todo el «fantaterror» español de la epoca (Paul Naschy incluido, por supuesto)lo que mas dificulta la interpretacion de los actores son esos dialogos tan «kistch» (que no se muy bien si se escribe asi, pero que lo pongo en el peor sentido)que no hay quien los recite con credibilidad. Que parece que quieren ser medio literarios o teatrales. Pero que Pfffff… Exigiria yo mas responsabilidades por la calidad esos dialogos que por todos los otros despropositos de la trama, del desarrollo y demas.

  13. 14 Miguel marzo 9, 2011 a las 3:48 am

    He leido todo lo precedente en este blog y deduzco que todos soys muy jóvenes.

    Yo ví esta película en estreno, y, por un lado con otros dos colegas nos partíamos de risa contenida, porque nos miraban mal alrededor.
    Por otro lado la película estaba tan cortada por la censura que parece otra a la descrita aquí, porque, Ni tetas, Ni lesbos, Ni violación, vamos casi sin argumento, era 1971 chicos.
    Imaginaos en que quedaba el esperpento.

  14. 15 alexis marzo 11, 2011 a las 1:30 am

    Hombre, Miguel: Yo prácticamente tengo edad como para haberla visto en su época (lo que es nacer ya había nacido)… Lo que pasa es que de tan crío me daban demasiado miedo. Me atreví a querer ver «Las Garras de Loreley» (también de Ossorio, por cierto) siendo demasiado pequeñajo… Y me tuvieron que sacar del cine incluso antes de que saliera el título. Anécdota vergonzante pero verídica (insisto: yo era muy crío).
    Por eso yo todas estas las he disfrutado siempre más tarde. O incluso actualmente mismo.


  1. 1 El ataque de los muertos sin ojos (1973) « ¡Qué grandes son las pelis cutres! Trackback en noviembre 25, 2007 a las 9:30 am

Deja un comentario




Películas "Buenismas", buenas, malas y "malismas", pero todas con menos presupuesto del que hubiesen querido

Comentarios

Los textos aparecidos en este blog -salvo los especificados en cada momento- están protegidos por una licencia Creative Commons. Está prohibido hacer uso comercial o modificar los mismos y debes ponerte en contacto con el autor para obtener su consentimiento antes de reproducirlos en otro ámbito.

En este blog no hay ni se permite publicar enlaces Edonkey.

Categorías

Los más sobrevalorados:

Comentarios

Carteles de las películas

AL MÁRGEN DE ESTE BLOG:

Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este blog, y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

Únete a otros 36 suscriptores